La participación política de las mujeres no puede reducirse al título de un taller, ni ser un capítulo más en un documento de análisis ni el tema de un panel de seminarios esporádicos.
La participación política alude a uno de los muchos ámbitos donde las mujeres pueden hacer oir su voz y marcar una diferencia. Es un espacio vinculado diversas luchas para reivindicar derechos que se suelen presentar como concesiones graciosamente otorgadas. El trabajo en este ámbito debe conducir a la resignificación del concepto y a la visualización de las mujeres como sujetos de derechos y no como criaturas a proteger. No se trata de ganar lugares: no se gana lo que ya se tiene. Tenemos derechos por el hecho de haber nacido, de modo que solamente venimos a ocupar nuestros lugares.
Más que de buenas intenciones, es necesario munirse de una serie de estrategias y herramientas que promuevan, faciliten y consoliden el involucramiento y la participación de las mujeres en los distintos ámbitos en que nos desenvolvemos.
La vida diaria nos lleva desde el hogar hasta el ámbito donde desarrollamos nuestra jornada de trabajo. Nos desempeñamos en el ámbito profesional, gremial, empresarial, político, sindical, estudiantil... En todos estos ámbitos surgen posibilidades de participación y allí está nuestro lugar, esperándonos. Lo más maravilloso es que puede haber un lugar para todas y en la medida de las posibilidades de cada una.
Digo puede haber, porque en muchos ámbitos todavía no existe ese lugar. Antiguas estructuras pensadas para otros tiempos y otras formas de ver la vida dificultan el acceso en lugar de facilitarlo. Hay que comenzar trabajando, entonces, sobre las estructuras. Generar nuevos espacios para la participación, comprender las necesidades de aquellas mujeres que van a intervenir en el proceso, abrir puertas y no construir muros.
Luego, deben analizarse las modalidades en que las mujeres desean y pueden participar, contemplando estos dos aspectos con igual dedicación. Desear y poder. Aunque alguien tenga muchas ganas de intervenir en una organización, existen circunstancias que van a limitar sus actuaciones...y esto debe ser contemplado: generar canales para que todas las que lo desean puedan participar, en la medida de sus posibilidades.